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SUBCISIÓN

Recupera tu suavidad facial

Frecuentemente el acné deja cicatrices hundidas, deprimidas o atróficas que se ven, sobre todo, cuando la luz incide tangencialmente en la cara. Estas cicatrices aparecen debido a la formación de unos tractos fibrosos que tiran de la piel hacia el interior, lo que “hunde” la superficie.

La  SUBCISIÓN  es una técnica que consiste en introducir una aguja o una cánula (aguja de punta roma, es decir, no pincha ni corta) debajo de la cicatriz para romper los fibras que deprimen la cicatriz y “soltarla” de los tejidos profundos para elevarla o levantar la superficie.  Al mismo tiempo, se crea una cavidad que se rellena de tejido nuevo formado por el propio organismo o se puede, también, rellenar con ácido hialurónico, lo que favorece que no se vuelva a deprimir y consiga un resultado más óptimo.

La técnica es sencilla y se realiza con anestésia local. Los efectos secundarios son hematomas, hinchazón y dolor local leve. Los resultados pueden ser sorprendentes.

Se ha observado que los mejores resultados en el tratamiento de las cicatrices de acné se dan cuando se combinan diferentes técnicas en un mismo paciente. La subcisión se puede combinar con otras como la inducción percutánea de colágeno (Derma Roller), peelings de ácido tricloroacético (TCA), láseres ablativos (erbio) y no ablativos (FRAX 1550), extirpaciones quirúrgicas